viernes, 27 de mayo de 2016

La incondicional


Nunca lo he contado, pero yo una vez encontré un cofre mágico. Me lo encontré de casualidad, como casi todo lo que ocurre en la vida. Lo vi, y ya está. Lo miré, pero no lo abrí, habría sido demasiado atrevido. 

No tardé mucho tiempo en descubrir lo que había en su interior.  Estaba lleno de inocencia, de dulzura, de simpatía, de ganas de aprender, de compañía, de amor. Pronto descubrí que era mágico, y entonces entendí el dicho: “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”.


La vida me ha dado la oportunidad de conocerte, el lujo de ser tu amiga. Contigo encontré una de las compañías más bonitas que la vida te puede regalar. 


Desconozco si el futuro está escrito,  si alguien decidió quien va a pasar por nuestra vida, pero ni el mejor Shakespeare ni Cervantes, podrían haber escrito mejores líneas.


La incondicionalidad es una forma de amar. Lo difícil es tenerla, y nosotras, sólo tenemos que cuidarla.




Felices 22, te quiere, A.

domingo, 1 de mayo de 2016

¿Y mañana?

Que poderoso eres. Tienes superpoderes, y como tal, debes ser un superhéroe. Sé que tienes cualidades sobrehumanas, aunque a veces quieras hacernos creer que son tuyas  las ideas más elocuentes. Tienes el don de la puntería, de intervenir en el momento menos acertado. Tienes la habilidad de ser ágil, y saltar de un lado a otro de mis ideas, permitiéndome olvidarme de él, en al menos, unos minutos al día. Los suficientes para que tu resistencia sobrehumana para superarlo todo me permita seguir mi vida, aún por inercia. Tienes la capacidad de sintetizar veneno. Y de volar, de ti lo debió aprender Superman. Eres capaz de controlar el aire, el fuego, el agua y la tierra.
Eres capaz de manipular el sonido, para que pueda oírlo, y también el tiempo, para que siga recordándolo. Sabes absorber energía en los momentos más intranquilos, y transformarla en algo de autoestima.  
Cerebro, tienes poderes visuales. Visión nocturna para no obligarme todavía, a que me acostumbre a dormir sola. Visión analítica, para obligarme a estudiar cada detalle de lo sucedido buscando una explicación que nunca llegaré a encontrar. Tienes el poder de la invisibilidad, hasta el punto de volverme tan pequeña que ni yo misma pueda encontrarme. Y la capacidad de moverme a través del tiempo, reviviendo aquellos años en los que nos prometimos estar juntos hasta en los peores momentos, y llevándome a un futuro en el que su nombre ya no estará escrito con tinta oscura y trazo grueso.
Si me permites un consejo, te falta un superpoder. Deberías aprender a caminar en la misma dirección que el corazón. Deberíais hablar el mismo idioma. Un punto y final dibujado siempre con cuidado y precisión, sin salpicar, para que nunca, ni a él ni a mí, nos puedan parecer puntos suspensivos.

Ayer hablábamos de una vida en común, de proyectos, de un cambio de horario laboral para disfrutar las tardes juntos. Hablábamos de amor, de lo que el agua y la vegetación son en un gran desierto. 
¿Y mañana?
Mañana romperemos un acuerdo que dice, que nadie en el desierto puede portar armas.

sábado, 16 de enero de 2016

Más que suficiente


Soñando un mundo, en el que textos como éste, sean ciencia ficción.
 
Hoy ella pone un punto y final. Pintado con tinta negra y trazo grueso. El mismo con el que fuiste emborronando su vida, sin perjuicio ni vergüenza. La misma tinta que derramabas sobre ella, día a día, haciéndola desaparecer de un mundo, que siempre quiso verla sonreír. Un mundo que un día prometiste conocer a su lado, y que se volvió gris. Más que gris, negro. Más que negro, contaminado.

Punto y final. Dibujado con grandes dosis de tristeza. Triste porque no fuiste capaz de cuidarla. Porque confundes querer y manejar. Porque cuidar no es lo mismo que controlar. Triste por haberse olvidado de su juventud, de salir, de reír y de disfrutar.

Punto y final. Dibujado con un afilado bolígrafo de dudas. Porque le hiciste dudar mucho y siempre. Le hiciste creer que no era lo suficientemente buena para merecerte, ni lo suficiente recatada para poderte acompañar. Le arrebataste la seguridad en ella misma, y ya no fue capaz de revelarse. Le hiciste tan pequeña, tan invisible, que ni siquiera ella era capaz de encontrarse.


Punto y final, dibujado con tinta impermeable. Tan resistente, que ni un mar de lágrimas puede difuminar. Lágrimas que derramó días y noches enteras, evitando siempre despertar a vuestro hijo. Lágrimas de rabia, de no poder escapar, ni saber a dónde. Lágrimas de dolor y humillación.

Le robaste la ilusión y la fuerza. Pero no toda.
Aquella noche, antes de que llegaras a casa, como muchas otras veces, cogió una maleta y cerró la puerta. En vez de correr por las escaleras, bajaron por el ascensor. Le dio el tiempo suficiente para mirar la cara asustada de su hijo y recuperar en sus ojos, toda la energía que tú le habías consumido durante este tiempo. Esa noche, no volvió corriendo a casa para recogerlo todo antes de que llegaras y evitar tu enfado. 
Esa noche, dibujó un punto y final. Esa noche vivió.

martes, 5 de enero de 2016

El amor mueve montañas

El amor mueve montañas.
Siempre me ha gustado este dicho, lo encuentro acertado, lo mire por donde lo mire.
Sólo los movimientos más bruscos e inesperados de la tierra son capaces de mover una montaña. Sólo cuando escalas hasta lo más alto de ella, eres capaz de querer.
Únicamente, cuando eres capaz de saltar a la pata coja sobre la cima, girar con los ojos cerrados, perdiendo el equilibrio, sin sentir miedo a caer.
No entiendo quien dice quererte cuando apenas te conoce, como tampoco entiendo a quien no se atreve a querer de verdad.
Querer es de valientes. El mundo está hecho para los valientes.
Es una pena. Quizás, enfrente tuyo, compartiendo días de compañía, había alguien a quien podías llegar a querer. Huyes, porque enamorarse significa dejar paso al descontrol, pero no a ese tipo de locura a la que acostumbras.
Significa arriesgarse a ser sincero, confiar e ilusionarse. Es descubrir toda la fuerza, perderte y volverte a encontrar. Hacer girar las manecillas del reloj a doble velocidad, y llenar al otro de promesas. Significa dar rienda suelta a la imaginación y reconocer tu admiración sin vergüenza.
Pero no es fácil, si no eres valiente. Es escoger una opción y rechazar otras muchas.
El amor mueve montañas y el miedo, es capaz de derrumbarlas todas.

sábado, 2 de enero de 2016

¡Feliz año nuevo!



Como buena amante de estrenarlo todo, me ilusiona empezar un año nuevo. ¡Bienvenido 2016!
Mucha gente dice que es un año bonito, yo he de admitir que me gustan más los impares, pero tampoco soy supersticiosa. De hecho, no me resulta extraño. Desde que empecé mi carrera he pertenecido a la generación del 2012-2016, y eso hace que una se acostumbre a oírlo.  
Si todo va bien, en seis meses podré decir que sí, que por fin soy fisioterapeuta.  
Celebrar que se termina un año siempre es divertido, y como lo de marcarse propósitos para el año siguiente no va conmigo, decidí  hacerlo unos meses antes y me apunté a mi primera carrera para el último día del año. 


Correr rodeado de disfraces tiene su parte entretenida, aunque dejo para otros los flotadores y las pelucas. Yo lo hice bien acompañada, que así siempre se disfruta más.